Sí se pudo.

Hoy no era un domingo cualquiera. Hoy a las 4 en Londres, especialmente en Stamford Bridge, teníamos una cita ante dos de los grandes del fútbol inglés. Dos de los clubes más importantes en la Premier League.

El encuentro se preveía como un encuentro con mucho contacto físico tal y como fue en el de la primera vuelta.

La primera mitad estuvo bastante tensionada e igualada.Ambos buscaban el contraataque para adelantarse en el marcador, pero ninguno lo consiguió. Una primera parte sin jugadas que llamaran la atención. Poco más que la jugada individual de Sturridge, que acabó centrando en el área pequeña y Evans en própia puerta la empujó para adentro.

Pero claro, después de una mala primera parte siempre viene una segunda mejor. ¡Y qué mejor! Los "blues" salieron a cerrar el partido cuanto antes y solo les hicieron falta 5 minutos. El 2-0 llegaría tras un gran centro de Torres que Mata puso perfectamente al segundo palo. Y bueno, el 3-0 tras un remate de cabeza de David Luiz a centro de Mata. Los de AVB eran muy superiores y tenían el partido en el bolsillo.

Pero la remontada no era imposible, un red devil nunca se rinde. Y así lo demostraron. Empezó Rooney en el 58 transformando un penalti que pitó el asistente sobre la falta de Sturridge a Evra. Y poco más de 10 minutos después, Webb señaló el segundo penal para los de Ferguson. Esta vez parece que inexistente. Otro que transformó Rooney engañando a Cech por segunda vez.

Con ese 3-2 el Manchester se veía capaz almenos de empatar, y ahí es donde llega la mejor parte del partido. Chicharito, que había entrado sustituyendo a Ashley Young, en el minuto 84 remató de cabeza un centro milimétrico de Ryan Giggs aprovechando el despiste de la defensa de los de Villas-Boas. En los últimos minutos tanto unos como otros podían llevarse la victoria, pero eso lo impidieron ambos porteros. Sobretodo David, que no le iba mal para volver a coger confianza. Sacó una gran falta lanzada por Mata. Gracias "Van der Gea".

Pero aún el empate, los de Ferguson dejan mal sabor de boca. Aún sigue faltando juego.

Aunque los del Chelsea no están tampoco para lanzar cohetes, su fútbol sigue siendo pobre. Y a eso súmale que Essien aún no tiene la forma física adecuada.

Los de Ferguson tienen una cita la semana que viene, diría yo más importante que la de hoy, en  su casa. En Old Trafford pero ante el Liverpool. Con el retorno de Luis Suárez. Ojo.